Optimizar el rendimiento de tu trabajo como reclutador es uno de los objetivos que has de perseguir. Son infinidad de gestiones las que se desarrollan durante el proceso de cubrir un puesto de trabajo y generalmente crean una interdependencia entre ellas, de tal forma que si una falla el rendimiento de las demás y el flujo óptimo del proceso se verá afectado.
El aspecto fundamental a cuidar es partir de una magnífica organización del trabajo que, inevitablemente, habrá de comenzar en el punto de partida que no es otro que la labor de detectar y prevenir las necesidades de personal de la empresa y establecer las prioridades a cubrir puestos de trabajo y los presupuestos. Es evidente que en toda empresa existe una estructura ideal. Cubrir esta a base de presupuesto es algo sencillo, pero no se trata de cubrir la estructura ideal a cualquier precio, sino de establecer aquella posible que de mejor forma favorezca la efectividad y el crecimiento.
Definir la oferta de trabajo
Una oferta lo suficientemente atractiva que permita acceder de forma segura a un conjunto amplio de candidatos óptimos y que sea capaz de despertar su interés. Si ya tenemos estas dos cosas, es el momento de difundir la oferta de empleo en los medios adecuados y hacerla llegar a los interesados, comenzando a recibir respuestas, recabar toda su información y establecer los contactos necesarios.
Ahora es cuando llega el momento de ponerse a analizar la información que vamos recibiendo a la hora de buscar candidatos, la calidad de la misma y datos como el tiempo de respuesta de los interesados, si se adjunta una documentación completa, la facilidad de contacto y disponibilidad, etc. Estos datos ya nos dan una importante información acerca de aspectos como el interés, la responsabilidad, la eficiencia…
El análisis estadístico y el estudio de las métricas comienza aquí a hacerse presente y no perderá protagonismo durante todo el proceso. Será fundamental estudiar una gran cantidad de datos que, aunque aparentemente puedan parecer insignificantes, nos aportarán una importante información que nos servirá para ir mejorando nuestras ofertas de trabajo siguientes, evaluar la respuesta según los medios y redes de difusión utilizadas o establecer la calidad de candidatos que cada una de ellas nos arroja.
Paso seguido comienza el proceso de negociación con aquellos candidatos preseleccionados, para llegar a cubrir el puesto de trabajo vacante. Aquí es donde el intercambio de información debe hacerse de una forma ágil y precisa hasta llegar al contacto personal y donde la información y habilidad para utilizarla del reclutador se manifiesta de una forma plena.
Si se han hecho las tareas anteriores de una forma correcta y precisa, no cabe duda de que habremos llegado a esta fase en condiciones óptimas de llevarnos los mejores candidatos.
Apoyarse en un sistema de gestión eficaz como las que procuran algunas de las mejores plataformas de gestión de recursos humanos como la que ofrece Infofeina, te facilitará enormemente todo el proceso, a la par que te proporciona todos los elementos para un seguimiento y análisis de gestión que te permitirá optimizar las diferentes fases de tu actividad.