El Cloud computing y las empresas
Por Jordi Torres, Catedrático de UPC Barcelona Tech y Barcelona Supercomputing Center

La popularización de los dispositivos móviles durante estos últimos años, acompañado de la previsible aparición de un gran número de nuevos dispositivos con sensores que estarán conectados a Internet, ha evidenciado el agotamiento del modelo de computación cliente-servidor predominante hasta ahora.
Los servidores de las empresas no están preparados para la computación basada en este modelo, ya que no pueden soportar crecimientos repentinos de peticiones de clientes que se conectan a través de estos millones de nuevos dispositivos, ya sean teléfonos inteligentes, iPads, ordenadores portátiles o televisores.
Todo ello ha llevado a un nuevo modelo de computación, que no gira en torno a los PCs, sino a Internet, y a la asesoría SEO. Podríamos decir que las aplicaciones ya no se ejecutan en los servidores, sino que lo hacen en Internet, un Internet que toma entidad propia y que es más que una simple infraestructura de conexión:
es una nube de infinidad de recursos al servicio de las aplicaciones, desplazando a los servidores propios y convirtiéndose en plataforma para los millones de dispositivos inteligentes conectados a Internet.
Este nuevo modelo de computación, llamado cloud computing o nube de Internet, permitirá que la tecnología digital penetre en cada rincón de nuestra economía con un gran impacto en el mercado de nuestras empresas.
Una analogía que se usa para explicar lo que significa esta nueva manera de proveer recursos informáticos es compararla con el uso de la energía eléctrica: simplemente conectamos los aparatos a la red eléctrica para hacerlos funcionar.
No sabemos qué hay al otro lado del enchufe, ni si la energía es generada por medios eólicos, hidráulicos o nucleares. Tenemos suficiente con saber que podemos usar un servicio que está disponible solo conectándonos a la red que lo ofrece. Del mismo modo que ocurre con otros servicios como el agua, el gas o el teléfono.
Esto permite que los consumidores, empresas o particulares, no tengan que preocuparse sobre cómo se ofrece el servicio que necesitan, haciendo más sencillos los recursos tecnológicos a la hora de consumirlos e interactuar con ellos desde cualquierlugar o dispositivo, creando una revolución en la manera en que se usan los servicios.
Ahora bien, la nube de Internet ofrece diferentes tipos de servicios que van desde proveer hardware con capacidad de cálculo hasta software, ofreciendo directamente aplicaciones al usuario. Mientras que el hardware tiende claramente a ser un producto indiferenciado como lo es la electricidad, el software en cambio tiene un gran potencial de creatividad e innovación.
Y eso es una nueva oportunidad para muchas empresas que ofrecen software como servicio. Ahora, una empresa, desde cualquier parte del mundo, está en disposición de crear un nuevo servicio de software que puede estar disponible muy rápidamente usando hardware provisto por la propia nube.
Estas empresas ya no requerirán centros de proceso de datos propios donde ejecutar los servicios que ofrecen, sino que requerirán personal altamente cualificado que cree productos innovadores muy orientados a dar soluciones a problemas del mercado.
Ahora, el poder tecnológico reside en el conocimiento y la experiencia adquiridos por el equipo humano sobre todo, más que en los sistemas de producción y en el hardware de las infraestructuras.
Es evidente, pues, el poder transformador que tendrá la nube de Internet. Ahora bien, todavía hay algunas dudas como, por ejemplo, sobre las consecuencias de confiar las aplicaciones críticas de las empresas a servidores distribuidos en diversos lugares del mundo sobre los que no tienen control directo.
Por eso aparece la discusión acerca de cómo se puede garantizar la privacidad de los datos y garantizar también la continuidad del servicio. Para solucionar esta situación las empresas están creando lo que se llaman nubes privadas: nubes que solo ofrecen servicios y recursos compartidos a los usuarios de la propia empresa.
De esta manera las empresas pueden disponer de unos niveles de seguridad o confidencialidad, a menudo requeridos por la propia legislación, que no se ofrecen de manera genérica en las nubes de Internet.
Estudiar y conocer la nube de Internet y los servicios que ofrece es esencial para la empresa de hoy en día. Una nube de Internet que se convierte en un facilitador de la agilidad requerida por nuestras empresas para ser competitivas en una economía globalizada como la actual, una nube de Internet que tiene la capacidad para cambiar la forma en que los servicios son entregados y consumidos permitiendo unas empresas más eficientes. Todo ello implicará profundos cambios en el funcionamiento de las empresas, que tendrán que redefinir las maneras de operar de buena par te de sus áreas, sobre todo las áreas relacionadas con sus propios sistemas de informática.
La nube de Internet ofrece a las empresas un abanico inmenso de nuevas oportunidades. Pero, sobre todo, ofrece grandes oportunidades a los emprendedores.
Además de ser investigadores en el BSC también somos profesores en la UPC, donde acabamos el curso animando a nuestros estudiantes a aprovechar las nuevas oportunidades que ofrece la nube de Internet: “You just need to go online and shape your smart ideas”
Barcelona Supercomputing Center
El Barcelona Supercomputing Center (BSC) es uno de los centros de referencia mundiales en investigación sobre computación. Una de sus líneas de investigación más importantes, mejorar las oportunidades que ofrece el cloud computing a las empresas, cuenta con unos veinticinco investigadores e investigadoras, que estan lideradas por los doctores Eduard Ayguadé, Rosa M Badia y Jordi Torres. En estos momentos, se están llevando a cabo varias colaboraciones en investigación relacionadas con el cloud computing con empresas líderes en el sector de la TI, como son Telefónica, Microsoft o IBM, así como con otros centros de investigación. Los proyectos tienen como objetivo mejorar las plataformas de computación en la nube con tecnologías de virtualización y buscar estrategias para que los sistemas se autogestionen de manera eficiente poniendo especial énfasis en la reducción del consumo energético.