Comprender los movimientos de los mercados financieros ha sido siempre un gran reto. Desde los orígenes de los mercados de valores, tratar de conocer por qué los distintos valores o índices busátiles se movían como se movían ha sido una cuestión capital para mucha gente. Las razones para este interés son obvias, si del movimiento de los distintos activos financieros puede desprenderse un patrón de comportamiento, estos movimientos se podrán predecir con mayor o menor anticipación. Y una vez contrastada esta anticipación, se podrán obtener beneficios a medio y largo plazo.

Desde el principio han existido dos grandes corrientes, casi antagónicas entre sí, que han intentado explicar el comportamiento de los diferentes activos. Por un lado tenemos lo que ahora se conoce como «value investing», que no es otra cosa que el análisis de los fundamentos económicos y financieros de un activo, es decir, el análisis fundamental. Y por otro lado tenemos el análisis chartista o técnico, que estudia los movimientos del activo reflejados en un gráfico. En este análisis son muy importantes medias móviles, desviaciones típicas, etc.

Analizar los fundamentos de un activo

El análisis fundamental tiene ventajas e incovenientes. Una ventaja es que, realmente, el valor de un activo refleja antes o después el valor de sus fundamentos económicos. Si una empresa va bien, por ejemplo, eso se reflejará en la cotización, que subirá. Uno de los inconvenientes más importantes es que es necesario tener conocimientos económicos y financieros para poder analizar esos datos.

Por ejempolo, aquellos que hayan cursado un master en finanzas tendrán más posibilidades de analizar bien los fundamentos de un activo que los que no. Con estudios como este se adquieren conocimientos teóricos y prácticos en la toma de decisiones, los distintos riesgos financieros y la creación de valor, lo que permitirá al analista valorar correctamente al activo. Sobre las aplicaciones prácticas de un master en finanzas se puede obtener más información en: http://www.masters-finanzas.com, por ejemplo.

Analizar los comportamientos derivados de los fundamentos

Otra visión radicalmente distinta, y para la que no es necesario, en principio, ningún conocimiento financiero, es el análisis técnico. Antes hemos dicho que el análisis fundamental tiene una gran ventaja, al final, los fundamentos terminan por reflejarse en la cotización de un activo. Si Apple vende muchos iPhone y gana mucho dinero, el valor de las acciones de Apple subirá, eso es cierto.

Ante esta situación, los analistas técnicos se preguntan: ¿si el fundamental se va a reflejar en el gráfico de Apple, por qué no estudiar directamente el gráfico y no los fundamentos? Estudiar los comportamientos de las cotizaciones es relativamente más sencillo que los fundamentales. Encontrando algunas reglas muy sencillas se puede, por pura estadística, ganar dinero invirtiendo sólo en los activos que cumplan esos requisitos.

Los técnicos también suelen decir, y no les falta razón tampoco, que los grandes inversores, los que de verdad mueven los mercados financieros, conocen antes que tú los buenos o malos fundamentos ecónomicos de un valor, y llevan tiempo haciendo o deshaciendo posiciones en el mismo. Para cuando se publican los resultados trimestrales, por ejemplo, ellos llevan varios días o inluso semanas comprando o vendiendo, según los resultados. Por tanto, van siempre con ventaja y sus movimientos afectan al valor, que sube o baja.

Por tanto, según ellos, ese valor llevará tiempo anticipando los resultados trimestrales y, como se suele decir en el argot, los resultados ya están descontados.

¿Fundamentos o gráficos?

Y, al final, ¿qué método es mejor para comprender los movimientos financieros? Como suele ser habitual, no hay una verdad absoluta. Tener conocimientos financieros te permite analizar los fundamentos económicos y financieros de cualquier empresa cotizada, por ejemplo. Estos conocimientos te vendrán muy bien si quieres invertir en una de ellas. Pero por otro lado, conocer los principios que rigen tras indicadores como la media móvil de 200 periodos o las bandas de Bollinger también es tremendamente útil.

Por muy buenos fundamentos que tenga un valor si los gráficos muestran una gran divergencia entre la cotización del activo y los indicadores MACD y Estocástico, igual no es el mejor momento de la historia para tomar posiciones en él.